He escuchado dentro de conocidos que hay muchas aplicaciones para escribir cartas y luego abrirlas en una fecha específica que quieras en un futuro. La verdad nunca lo he hecho, creo que porque mi cerebro constantemente vive en el futuro. Escribir ha sido una terapia continua que al descubrir la amé, sobre todo en esos momentos donde mi mente necesita escapar del futuro. Un gran amigo me solía decir: “aprende a disfrutar sentir el viento cuando te toca la cara”, eso se llama presente, y el escribir me trae al presente.
Acercándonos al cierre de año empezamos a ver cantidades de “posts”, “newsletters” y cualquier mensaje que resalta el momento de “cierre y cuentas” del año que ha de acabar. Entre ellos los típico: qué hiciste? Qué cumpliste de tus resoluciones del 2022?
Pero en vez de ir al pasado y revisar todo lo que hiciste, y lo que te faltó por hacer, quiero que viajes conmigo al futuro.
Si tuvieras que escribir una carta para tu “YO” del 31 de Diciembre del 2023,
¿qué escribirías?
¿qué le dirías a esa versión posible de ti de aquí a un año?
Le dirías: “espero que hayas dejado a tal persona finalmente!”, “te atreviste a aceptar esa oferta de trabajo?” “Qué tal el nuevo país donde vives ahora?”, “Lograste entrenar 4 veces a la semana?”, “aceptaste ese date?“, ”Terminaste ese máster que querías hacer”, “Cómo va el trabajo, finalmente renunciaste y decidiste emprender?”, “Buscaste ese trabajo que soñabas tener?”, “Sonreíste más?”, “Te reíste altísimo sin pena?”, “Cuántas veces se te encalambró la panza de ataques de risa en este año 2023?”, “Conseguiste la paz que tanto buscabas?”, “Cómo terminó ese libro que tenías en la mesita de noche?”, “Conseguiste hacer esos “toes to ring”?, “Te estás acercando a la versión de persona que quieres ser?”
Yo creo que diría: “Jenny del 2023: Te tomaste el espressito en ese cafecito hermoso que querías ir en Paris: “Les Deux Mago’s”, del screenshot que guardaste de la foto de @theurbanteller”, o, “finalmente fuiste a esa panadería de celíacos en París: “Chambelland” (si, soy celíaca). “Qué otras marcas de chocolate negro descubriste que te gustaban?”
Muchas cosas pueden pasar en un año que no contemplamos, nos llenamos de muchos planes y objetivos. Si son control freak como yo usualmente tienen una hoja de excel con todos sus cálculos; no solo financieros, sino de viajes, y proyectos a alcanzar. Sin embargo he aprendido (más a las malas que a las buenas) que la vida consiste en vivir los misteriosos caminos que nos trae, enseñándonos que a través de esos caminos impensables es cuando llegamos a esos sueños, planes, y personas que nos llevan a lo que una vez escribimos en una hoja, o dibujamos en nuestra mente entre noches de insomnio.
Sabiendo que la vida es vida, creo que tal vez, más que concentrarme en lo tangible de hacer planes y sueños en mi hoja de excel, - que 100% no faltarán- me dejaría sorprender mucho más, y en mi carta le hablaría a la Jenny del 2023 sobre cosas más intangibles, algo así como: "Querida Jenn, espero que hayas podido hacer esos planes de viaje, o paradas en el cafecito, o panadería que querías, pero también te hayas permitido divertirte, dejándote sorprender más este año. Hayas podido disfrutar las lluvias inesperadas en días de playa. Que hayas podido navegar en lo incierto, soltando la ilusión al control. Que hayas podido aprender a apreciar y sentir el viento besar tu mejilla"
Y tú, ¿qué le escribirías a tu “yo” del 2023? ¿Te enfocarías en revisar todas esos sueños y metas tangibles, o irías más como yo, por lo intangible?
Los leo
Jenny.
Ey, deja la awebazon y entrena pesado
Me diría: mi misma, un día a la vez, como si fueses a morir ese hoy pero soñando como si vas a morir en cien años! Que todo en este mundo es temporal (lo bueno y lo malo) así que entrena para estar saludable para todo…
Y que siga leyendo el blog de P.A que siempre terminas reflexionando y tomando medidas 💭